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El 70% de las grandes empresas españolas usan Agile de forma regular”, así lo desvela un estudio sobre la adopción de Agile en España elaborado por la asociación Business Agility Corporation (BAC) formada por profesionales de distintos ámbitos de negocio pertenecientes a las principales empresas del país.
La necesidad de adaptación de las empresas a los entornos VUCA (volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y ambigüedad) hace que en la mayoría de las ocasiones la adopción Agile sea identificada como la posibilidad de ayudar a las organizaciones a transformar el negocio y por lo tanto suele ir liderada por el propio CEO o en su defecto por los equipos de TI cuando se habla de Transformación Digital.
Es frecuente en muchos casos, que las organizaciones empiecen la transformación cambiando las rutinas operativas de los equipos de trabajo e implantando nuevas herramientas del mundo agile con la intención de que sea este cambio el que provoque como consecuencia la adopción de nuevos comportamientos en las Personas.
Sin embargo, tras mucho tiempo y esfuerzo, las organizaciones empiezan a detectar que no se avanza en la implantación, hay conflictos frecuentes entre los equipos, los perfiles más senior no entienden porqué han de trabajar de una manera diferente a cómo lo venían haciendo (y que les había funcionado hasta ahora)….y es entonces cuando los líderes se plantean, ¿qué estamos haciendo mal?. Y es que las herramientas y las metodologías no funcionan por sí mismas, son las Personas las que hacen que funcionen.
Pensar primero en las Personas y luego en los procesos y herramientas es la clave del éxito de una transformación organizativa.
Y si hablamos de Personas, ¿no tendrá recursos humanos mucho que aportar en un proceso de transformación? Claro que sí. Mas aún, cualquier transformación organizativa que implique un cambio cultural y no vaya de la mano del equipo de recursos humanos, tiene muchas posibilidades de fracasar puesto que no hay otro perfil en la estructura organizacional cuya principal pasión sea trabajar en el comportamiento de las personas.
Los líderes en las organizaciones han de saber que, como cualquier cambio en una organización, la transformación Agile ha de cubrir una serie de etapas para lograr una exitosa implantación y recursos humanos tiene un reto importante en cada una de ellas:
COMUNICACIÓN.
La información a las personas, previamente a llevar a cabo cualquier iniciativa, es clave para poder empezar con un clima de motivación frente a generar actitudes de resistencia al cambio. Es imprescindible explicar lo que va a ocurrir, los motivos para el cambio, que habrá un plazo de adaptación, y de esa manera generar tranquilidad frente a temores infundados.
Comunicar el compromiso de la alta dirección es fundamental para conseguir el compromiso de los empleados.
IDENTIFICACIÓN.
Es importante analizar si las personas poseen los comportamientos clave o “AgileMindset” de manera intrínseca pues en caso contrario será imprescindible trabajar un cambio de mentalidad previamente al inicio del proyecto.
Agile implica transformar totalmente la manera como se venían haciendo las cosas y los cambios no son fáciles.
FORMACIÓN.
Formar a las personas en los nuevos comportamientos es condición necesaria durante una transformación.
¿Cómo hay que comportarse en los “Daily meeting”?, ¿cómo dar feedback entre compañeros en una reunión de retrospectiva?, ¿Cómo pedir al equipo que manifiesten cómo se han sentido durante el proyecto cuando no ha sido habitual hablar de emociones?
EJEMPLO.
Para que recursos humanos pueda liderar la transformación ha de empezar transformándose a sí mismo. Empezar a adoptar nuevas formas de colaboración, implantar nuevas herramientas para sus procesos y/o proyectos y ser evangelizadores de agile.
ADAPTACIÓN.
Conforme la organización vaya aceptando el cambio e integrando en su forma de trabajo las metodologías aprendidas y la nueva forma de hacer, es posible que los roles de HR vayan migrando a nuevas responsabilidades. En función del perfil de la compañía probablemente la figura de HRPartner dejará algunas de las funciones actuales y aportará más valor como Agile Coach de los diferentes equipos Scrum.
En definitiva, si eres un líder de recursos humanos tienes un gran reto por delante. ¿Estás preparado para empezar?